Finalmente ya vimos la nueva temporada de Two and a half men, sin Charlie Sheen, y con Ashton Kutcher como nueva pareja cómica de Alan Harper.
Sin entrar en muchos detalles que dañen las expectativas de quienes no pudieron verlo (por ejemplo los usuarios de Claro Tv cuya señal del canal 503 estaba bloqueda, «problemas técnicos» alegaron), me parece un buen augurio del camino que tomará esta serie. Es importante tener en cuenta que el éxito de la misma, hasta ahora, había sido el carisma de Charlie Sheen y la química innegable que tenía con el talentoso Jon Cryer, el eterno sidekick. Así como el excelente trabajo de guionistas que escribían un papel mandado a hacer para siempre chico malo Sheen.
La realidad es que Ashton Kutcher nunca ha sido un gran actor, y como comediante ya tiene bastante gastado su papel de sempiterno adolescente, ingenuo e ignorante de su propia hermosura. Lo que sí es una máquina de producir dinero, popular y lucrativo en, hasta ahora, todas sus intervenciones. Esta serie, u otra cualquiera de igual nivel, era lo que necesitaba para darle un nuevo (?) giro a su carrera. Sólo espero que la serie no sucumba como el Titanic y nos perdamos del adorable estilo cómico de Cryer, el inolvidable Duckie.
No pude ver los cameos, pero hablaron positivamente de ellos. Muy buenos chistes, especialmente los que se hicieron en referencia a la «ausencia» de Charlie, y en dos escenas establecieron la dinámica que, creo, veremos en esta nueva historia.
Claro, ver a Ashton Kutcher sin camisa siempre es, y será, un verdadero plus.
Como no puedo mostrarles el nuevo capítulo, veamos de nuevo el último episodio de Two and A Half Man con Charlie Sheen. Véanla rápido que quiero comentarla.
Con un sólo episodio, no me atrevo a darle puntuación. En Tv es muy importante la consistencia. Ya veremos.